domingo, 21 de febrero de 2010

MERCADILLO



He decidido mercadear
con mis miedos.
Una no vende sus recuerdos
ni sus pensamientos más íntimos,

tampoco las sonrisas robadas,
ni lo sueños que expiraron,

pero si los miedos.

Llegados a esta fase del camino,
y debido al crash de ideas que sufre
mi masa gris,
una padece aglomeración de stocks
en sus estanterías.

Hoy dejo a precio de saldo
los miedos que nacieron ayer,
por frescos e innovadores,
quizá venda aquellos que
me hicieron elegir este camino,

aunque de momento,
me reservo esos que brotaron
al conocerte,

y a ti, solo
a ti,
te regalo esos que tuve cuando
era niña,
aquellos que el hombre del saco
no quiso llevarse de mi puerta
cuando me robó la bicicleta.