viernes, 16 de abril de 2010

llueve, cala

la vida rasca
rasca
rasca despacito,

gota a gota,
hasta que abres la boca
y te ahogas en un día de lluvia.

2 comentarios:

Uriel dijo...

Sigo ahogandome en tu lluvia,
aunque tu no lo sepas.
Esperando en la marquesina como un chiquillo con zapatos nuevos,
mientras miras por el ojo de buey
y esos segundos se me hacen eternos.

Isa dijo...

Gracias por tu comenterio Uriel,
yo a veces uso los zapatos nuevos com balsa_mo para esos días en los que llueve y cala.