lunes, 22 de noviembre de 2010

la ventana de enfrente


Se tornan naranjas los sueños, los miedos, los deseos,
y nadie cabalga del otro lado, mientras
yacen en vaho las palabras más profundas,
esas que arañan y se exhalan tiñendo de negros los suspiros.
Amanece, y las viejas ranas tristes que nunca
serán príncipes se marchan por la ventana.

lunes, 1 de noviembre de 2010


Más que la muerte, me preocupa la vida,
su fragilidad,
su ser o no ser,
su pérdida repentina por
no avistar el tranvía.